• El transmisor inalámbrico consiste en un emisor y un receptor que se conectan cada uno en una habitación. Uno al lado de su equipo principal que quieres controlar desde la otra habitación de la casa y el otro cerca de la televisión del cuarto desde donde quieres controlar al equipo principal. La comunicación es inalámbrica, así que del buen funcionamiento dependen los obstáculos que encuentren, (paredes, techos, alicatado, piedra, forjado, etc). Son transmisores de mando económicos.

• El transmisor por cable coaxial también consiste en un emisor y un receptor pero esta vez se conectan a la toma de la pared de coaxial, que lleva la señal de la televisión. Se comunican entre ellos a través de las tomas de televisión existente en la instalación. En este caso no depende de ningún obstáculo, y aunque son equipos generalmente más caros, estos transmisores coaxiales dan mejores resultados.

Cabe destacar que algunas marcas además de comercializar el conjunto de emisor y receptor, venden por separado transmisores sueltos que les sirven para también poder controlar con el mando a distancia desde una segunda o tercera habitación, dependiendo de cuantos más queramos añadir a la vivienda aparte del juego que trae la pareja de transmisor.